En una pileta de un club de barrio en el corazón de Capital Federal se encontraba una masa de socios disfrutando de la frescura que brinda el agua mezclada con cloro ante el desafiante sol de enero.
Chapotasos, sambuyidos y conversaciones efímeras se mezclan hasta que a lo lejos se escucha un ruido de risas mezcladas con un grito plagado de adrenalina o mejor dicho paranoia.
El chillido perturbador persiste hasta dominar todo el plano auditivo de la escena, generado que los presentes se miren entre ellos extrañados en torno al acontecimiento.
El sonido cada vez se hace más fuerte y desde el cielo cae una mujer que impacta directo contra el agua muriendo automáticamente con una nota firmada de puño y letra en su bolsillo. Era un suicidio. El verano había terminado de la peor manera.
lunes, 1 de noviembre de 2010
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3 comentarios:
Devuelta al escandaloso mundo del blogspot.
mati-
PD: Espero que este relato no sea una premonición del sábado.
Acabo de releer todo el blog.
Volvé por favor.
si posta como abandonaste, me divertía leyendo
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