viernes, 9 de abril de 2010

¿Te imaginás presenciar un programa de Eduardo Feinmann que nunca termina?

Fernandito detestaba ir a una escuela católica. Más allá de la burocracia permanente que eso significaba, el joven de 8 años tenía un repelente muy efectivo para las mentiras que la biblia inculca a sus creyentes.
El tema era que Fernandito se reprimía al escuchar lo que para él eran falacias para no meterse en problemas, hasta que un día no lo soporto más y en plena clase de catequesis tuvo que poner el grito en el cielo...


"Es así chicos, el infierno existe, y lo único que puede salvarlos de él es la palabra de Dios. ¿Les gustaría pasar la eternidad en un mar de fuego, castigos físicos y música de rock sonando las 24 horas?" - Dijo el Reverendo Koppper ante un aula repleta de niños inmutados que llevaban la misma ropa, pose y peinado.

Fernandito no se resistió a no contestar la pregunta y respondió: "La verdad que ese infierno resulta muy interesante, pero no es el mio. Para mi el infierno sería tener 40 años y estar un sábado por la noche en mi casa cortando cupones de descuentos para ir al supermercado en la semana. Estar casado con una persona que la actividad más sensual que realiza es coserme los codos de los sacos para que no se me gasten, criar hijos en escuelas como esta y tener un empleo mediocre en el cual sé que me estafan pero voy a tener la patética idea que lo necesito para vivir. Sin contar tener que despertarme temprano todos los domingos por el resto de mi vida para ir a palacios dedicados al robo, asesinato y la mentira, para después tener que manejar hasta la casa de una suegra que me trata mal y que estoy seguro que escupe en el almuerzo que prepara para mi y mi familia. No se olviden de que el entretenimiento más grande de la semana sería ver Tinelli y desear todo un universo inaccesible. Si eso si suena como castigo eterno. ¿Con quién me pongo en contacto para evitarlo? ¿Dios con quién se casó, a qué iglesia fue?".

Los padres de Fernandito actualmente esperan que les aprueben una vacante en una escuela laica.