Agua-fiestas.

Ceferino y Alicia disputaban uno de los actos sexuales mas explícitos de sus vidas. Tras una hora de una previa fogosa en la cual se lamieron milimetricamente cada rincón de sus desnudos cuerpos, se encontraban en plena penetración realizando la posición vulgarmente denominada como "perrito".
Si un espectador se dignaba a ver la escena, hubiera testimoniado que sin ninguna duda se trataba de una película pornográfica, pues, jadeaban como cerdos, se insultaban entre si y hasta llegaron a volar un par de bofetadas que causaban un leve ardor aún mas excitante para la joven pareja. Todas estas características eran capaces de avergonzar a la mismísima "Ciccolina".
Cumplida ya la media hora del acto sexual, en ese instante en que los cuerpos transpirados hacían sopapa entre si y el sonido de choque entre entre la pareja era el equivalente al de un martillazo sobre un portón de chapa, a Ceferino se le ocurre (entre jadeos)decir:

- Ahhhhhhh! Ahhhhhhhhhhh! Te amo mucho conejita! Ahhhhhhhhhh!

Alicia frena completamente como si un helada recorriera su cuerpo e indignada interrumpe el acto tapándose con la sabana y diciendo:

- Imbecíl! Quería coger, no hacer el amor!