miércoles, 10 de junio de 2009

Las cosas que jámas nos interesaron.

Rodolfo Perinesi caminaba por la avenida Corrientes a paso tranquilo, faltaba rato para que den las 19 y tenga que ir a decir presente a su facultad.
En el andar iba escuchando a un volumen exagerado su reproductor de música, la elección del momento era "After Chabon" de la banda de los 80's Sumo.
Todo parecía ídeal, vidrieras vistosas, tiempo que perder, música linda de fondo y la suave compañía de la nada misma.

Cuando Rodolfo llega a Corrientes y Rodriguez Peña por fin consigue lo que tanto esperaba, la llegada a esa hermosa librería antigua que tanto le gusta recorrer, aunque jamás compra nada. Al entrar revisa los cajones de literatura latino americana y novelas de antaño.

En el punto exacto en que piensa que nada puede afectarle la tarde Rodolfo siente una palmada en el hombro que lo descoloca totalmente, como si lo hubieran sacado de una cápsula de aislamiento en la cual estuvo años y años encerrado. Al lidiar con esta horrible sensación se saca los auriculares despacio, se da vuelta con cara de sorpresa para encontrarse con un compañero suyo de la facultad, del cual ni recuerda el nombre de pila.

Para romper el silencio que se generó entre la música y el reconocimiento, Rodolfo decide saludar con:

- Ahh, ¿Cómo andas?.

- Bien, aca haciendo tiempo para ir a la facultad! Vos en la misma! Menos mal, podemos dar una vuelta juntos y aprovecho para contarte lo que me paso ayer, no te la vas a creer. Estaba arriba del auto en Juan B Justo y San Martín, y al lado mio frena un Passat y al lado del Passat un Renault 9. Alta nave el Passat, pero bueno, resulta que el Renault 9 lo putea al del Passat y se empiezan a pelear ahi nomas! Entonces yo me quedé mirando y...

La anécdota del imbecil de la facultad se extendió durante quince minutos, y al final lo único que relató fue una simple riña verbal entre dos conductores. Rodolfo no pronunció una sola palabra en toda la conversación y lo único que hizo fue poner la peor cara que tenía disponible. Se acercaban las 19 y lamentablemente tuvieron que compartir la ida a la facultad. El infradotado de su compañero paso a contar otro relato mas aburrido todavía, acerca de como el otro día vio a dos policías tratando de bajar a un gato de un árbol. Cada tanto metía chascarrillos gastados como "Y no era un gato de esos que nos gustarían a nosotros" (mientras dijo esto, guiñó el ojo y emitió una sonrisa horrible).
Cuando llegaron a la facultad Rodolfo enunció las unicas palabras que aportó en toda la charla las cuales fueron "Me voy al baño" una excusa perfecta para cortar con la tortura verbal que le propinaba el monologuista y una buena estrategia para evitar sentarse cerca de el en clase.

El imbecil se sentó al lado de otro pibe que Rodolfo también desconocía y paso a contarle la anecdota de cuando vio caminando por la avenida de La Plata a un hombre que gateaba y gritaba cosas raras.

Rodolfo evitó la avenida Corrientes por el resto de su vida. Inclusive cuando la recorre en automovil.

6 comentarios:

Maria Paula dijo...

por dios como entiendo a rodolfoo.. es por eso que antes de hacerse amigos en la facultad, hay q pensar bein, fijarse, tantear el territorio, y recien dp hablarles
tambien sirve decir q t estas cagando y salir corriendo, claro

Andrea dijo...

no todo pueden con su voz interna entonces necesitan exteriorisarce sin ponerse a pensar todo lo que pueden llegar a molestar a otra persona que quizas si goza de su paz interior y que puede con su voz interna, es ahi cuando todos tenemos un "compañero de la facultad" como Rodolfo , el reno jajaja

La solitaria dijo...

Esa gente se merece que no la dejen reproducirse, por infradotada!(Sonó medio facho el comentario, no?)

Las Panderetas dijo...

Si, tendrían que dejarlos nacer, pero educarlos, cuando no nos interesa no nos interesa macho...

Anónimo dijo...

Mañana si te engancho antes de Taller te cuento como encontré una moneda de un peso en Cabildo. Se lo conté a todos mis amigos, no me canso, lo que pasa es que es increíble la suerte que tuve. Si nos queda tiempo te cuento como mi hermano se volcó el yogurt a la mañana, no sabés como nos reimos con mi familia.

Jaja, gran cuento. Nos vemos mañana.
Abrazo.

eterno sindrome pre menstrual dijo...

Que Rodolfo no se pierda la Avenida Corrientes, tiene mucho que ofrecer, simplemente no que pare... no frene... y escuche música en volumen alto y use anteojos.


Quiero saber lo de los boxers, odio la intriga, contameeeee

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